lunes, 23 de junio de 2008

Mi primer día que salve una vida...(III)

(I), (II)

No tengo la más remota idea de que cara habré puesto al ver aquel convertible como dice Mike, jaja, me hizo bastante ilusión, el auto estaba en muy malas condiciones lleno de polvo y aparentemente nunca nadie lo había usado lo cual era buena noticia ya que no tendría fallas mecánicas pero si había sido muy maltratado por golpes, así que la primer tarea fue darle una manita de gato así que con trapo y cubeta le sacamos brillo al carrito.

La misión era sencilla colocar las salchichas en el compartimento del agua caliente, colocar el hielo y refrescos en el compatimento de lo frió, (no era compartimento de agua fría pero más adelante en eso se convertía) una vez preparado el vehículo como era nuestro primer día lo haríamos en pareja, así que recibimos un bolsa con cambio para poder cobrar y firmamos por toda la mercancía que salia en ese momento.

Se nos indico el punto en el cual debíamos situarnos y partimos hacia aquella dirección, para mi fue sencillo encontrarlo ya que como les decía conocía el lugar antes de que se convirtiera en ese gran parque, fue en la esquina de una de las alberca olimpicas después de lidiar con la sombrilla montamos el puesto. Imitando otros puestos que vimos en el camino colocamos los refrescos en exhibición y procurábamos abrir la tapa de las salchichas cuando se acercaban los clientes potenciales para así animarlos aún más con el olor.

A pesar de la sombrilla el sol no perdonaba, los primeros clientes fue toda una aventura, me dijeron que tenía que hacer pero no como prepar los hot dogs así que inventamos el método propio para preparar el producto y entregarlo y eso si lo más rápido posible. Las bebidas era lo que más se vendía, llenamos dos veces el compartimiento durante el primer día.

Yo seguía muy emocionado, el lugar estaba lleno no eran cientos de personas eran miles, iban y venían era muy divertido verlos como jugaban y se divertían las familias entraban y salían del agua yo con aquel calor lo estaba deseando, yo llevaba unos meses que había dejado de asistir a los entrenamientos de triatlon. Y si extrañaba echarme un chapuzon de vez en cuando, pero en ese momento me tuve que conformar con eso solo ver.

El día termino sin novedades, eso sí el parque cerro a las 6 y no pudimos entregar la mercancía y hacer el corte de caja hasta después de las 8 eso fue desesperante ya que uno tardaba solo unos 10 minutos en hacer sus cuentas pero el jefe gustaba de hacerlas una y otra vez, cuando me reviso mis cuentas yo había cometido un error al escribir una cantidad en el reporte final, como estudiaba la técnica de contabilidad sabía que si el balance estaba mal y la suma de la diferencia era 5 lo más probable era que accidentalmente se habría invertido un número así que frente al jefe hice la suma, deduje que eso podría ser lo verifique y lo corregí, él no se mostró nada contento con ello me dijo que esperara y luego regresaba conmigo. (continuara...)

3 comentarios:

  1. salvaste una vida vendiendo hot dogs?

    ah ya se!!
    alguien se le atoro un hot dog y tu le diste agua, coca o cerveza???

    le atine?!!?!?!?!



    -amo

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  2. Anónimo2:07 a.m.

    Los jefes y las cuentas, qué mala combinación. Seguiré pasando por aqui.

    Besos

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  3. tercera parte...

    mientras que no le hagas como en smallville (TVseries) que pasan capítulos y capítulos y Clark nunca se vuelve superman...

    jajaja.

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